lunes, 20 de junio de 2011

Con Darío y Maxi  en cada lucha

Darío y Maxi eran dos pibes comunes, dos pibes que construían en los barrios y luchaban por una vida más digna. Allá, por aquellos años, donde desde los barrios íbamos reconstruyendo una alternativa popular, una alternativa de cambio. Organizados en el movimiento piquetero, trabajaban día a día con los problemas que iban surgiendo en el barrio, concientizando de que la lucha es más que arrebatarles las migajas al estado, reclamando todo lo que este debería asegurarnos por derecho: salud, vivienda, educación y trabajo digno para todos y todas.

Ellos son el símbolo de una lucha que se desencadenó en los 90’, resistiendo a las políticas de vaciamiento y hambre planificadas desde la dictadura en adelante.

Pero el pueblo no estuvo callado, sabía aún con los estómagos crujiendo de hambre, que esos políticos corruptos que daban la cara con promesas falsas, hablando con la voz del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, eran chamullo, y se levantaron.
Todo un  país se hizo escuchar, desde La Quiaca a Ushuaia, con las puebladas de Cutral-Co y Mosconi, con la rebelión del 2001.

Por eso estos compañeros también son Teresa Rodríguez, son Aníbal Verón, son Pocho Lepratti, son los muertos de diciembre del 2001, son Fuentealba.

Son la expresión, de la organización y la lucha. De la esperanza.

El 26 de Junio de 2002 miles de manifestantes se habían movilizado para realizar el corte del Puente Pueyrredón, sin embargo, al llegar se encontraron con más de 400 efectivos de cuatro fuerzas de represión uniformados y de civil. La novedad fue que dos “grupos de tareas” de los que se conformaron de forma ilegal, dispararon con balas de plomo contra los manifestantes en una operación policial que escondía una operación política para desacreditar y desarticular a las organizaciones piqueteras.

Los responsables políticos de esta operación no solo siguen libres, sino que con total impunidad y sin escrúpulos, vuelven a ser candidatos, como el caso de Eduardo Duhalde, máximo responsable de los asesinatos, siendo el Presidente de la Nación en aquel entonces y quien diera la orden de la represión; y otros que siguen ocupando cargos en el actual gobierno, como Aníbal Fernández, en aquel entonces Secretario de la Presidencia, hoy Jefe de Gabinete de los Kirchner.

Hoy a 9 años seguimos en pie, luchando,
construyendo poder popular desde abajo, desde los barrios, desde las fábricas y trabajos, desde escuelas y universidades, para que de una vez por todas construyamos una salida a las injusticias que vivimos día a día.

Hoy parecería ser, nuevamente, que el gobierno es distinto. Hoy parecería ser que no hace falta desarticular un pueblo en alza, hoy los organismos mundiales que “cuidan nuestras espaldas” parecen no resonar, pero no nos olvidemos de cómo la burocracia le pega a los trabajadores que quieren organizarse en sindicatos propios;  de cómo siguen muriendo los pibes de los barrios entre la droga y alcohol, y el gatillo fácil; de cómo los chicos repiten sistemáticamente en una educación que no integra, sino que expulsa; de cómo aún hoy los hospitales se caen a pedazos y no pueden atender a millones de personas que no saben a donde más acudir; no nos olvidemos de lo dificultoso y sacrificado que es lograr tener un techo propio; no nos olvidemos de nuestros compañeros de los pueblos originarios que aún no tienen sus propias tierras para vivir, no nos olvidemos de la cantidad de mujeres que mueren día a día por abortos clandestinos, y las otras tantas que desaparecen por la prostitución ilegal, no nos olvidemos que las megaempresas que hoy tienen monopolio en nuestro país, que siguen extrayendo nuestras riquezas, no son nuestras.

No nos olvidemos amigo, hermano, compañero, que es en la lucha donde nosotros como pueblo, aprendemos a caminar y a construir nuestro propio destino.

Y es una lucha, en la que de un lado están los ricos, están los jueces, esta la policía, están los gobiernos, y del otro un pueblo desocupado y trabajador.

Lucha que muchas veces deja compañeros en el camino, por los que debemos seguir adelante.

No es la sangre de una persona: es la sangre de un pueblo, que siembra rebeldía, que nos carga de odio y de amor, para seguir adelante. Porque las causas siguen siendo las mismas.

La lucha sigue,
vamos a pelear hasta ser Libres.

Domingo 26 de Junio
¡TODOS AL PUENTE!
Plaza Constitución - 10 hs

CONVOCAN:
FER – Frente Estudiantil Revolucionario
Asamblea y Olla popular “Hablemos con la boca llena”
Poder Barrial
Colectivo de Educación Popular Enbarriada
ESPORA – Estudiantes por la resistencia
Agrupación Juvenil “La Che”
La Voz de los Laburantes
Trabajo Voluntario Che Guevara
Centro comunitario El Rancho
Barricada TV
Comisión de Justicia y Paz de la Parroquia de Constitución 

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