"Oh, sí, nos enseñaste que la pena
enferma,
que nuestra locura nace de las penas
como vuestra salud nacerá de la
victoria de la vida"
Vicente Zito Lema
Como
trabajadores de la salud en formación, desde EL BROTE creemos en la necesidad de
dar el debate en la Facultad de Psicología sobre el actual ataque a la salud en
dos sentidos: tanto en lo que hace al actual vaciamiento del sistema de salud como a la cada vez más acuciante situación social de pobreza y explotación
que vivimos.
Pensamiento en actos…
Nuestra
intención no es dar cátedra de algo ajeno sino compartir lo que diariamente
hacemos. Por eso, esta nota será un intento de compartir las experiencias en un
Centro de Estudiantes organizados que se ponen a trabajar por una ciencia y un
proyecto de vida implicado en la transformación social, generando espacios de
reflexión-acción democráticos tanto en la facultad como fuera de ella.
Por esto, al
advenimiento de EL BROTE como
agrupación de estudiantes independientes en 2002 le siguió la construcción de “HABLEMOS
CON LA BOCA LLENA ”,
una olla popular y asamblea en el hall de la facultad todos los viernes donde
estudiantes y vecinos nos organizamos para reclamar lo que es nuestro, lo que por
derecho nos corresponde, y en el 2003, le siguió la creación del PAN DEL BORDA,
un dispositivo de rehabilitación mediante el trabajo que es hoy el único
espacio en el cual estudiantes se constituyen como actores/trabajadores en el
sistema de salud.
¿Es posible la salud sin vivienda, sin
trabajo, sin educación y sin condiciones dignas de vida?
Evitando
todo tipo de reduccionismos, partimos de la concepción de la salud como SALUD
INTEGRAL y no meramente como ausencia de enfermedad. No separamos el concepto
de “salud” física y mental ya que creemos que son las condiciones materiales de
existencia las que condicionan y muchas veces generan el padecimiento psíquico.
¡Si nos transforman nuestra vida en mercancía los estudiantes seguiremos en rebeldía!
Estamos
convencidos que lo inherente a la humanidad es su capacidad transformadora
sobre el mundo. Entonces, en este, un sistema opresor, no hay acto más
saludable que la asunción de nuestra capacidad de lucha y transformación de las
condiciones que marginan y oprimen. Como dice Martín Baró, la opresión también
enferma. Y con él decimos: nuestra capacidad de transformar el mundo también
cura.
Psicología y Poder popular:
una estrategia, una práctica y una teoría para la transformación social.
Nuestro
proyecto retoma un desafío básico que comienza a plantear la psicología latinoamericana
en los 60: el desafío de construir una estrategia,
una práctica y una teoría que haga viable el proyecto de sociedad que queremos.
A esto Pichón Riviere le llamó PLANIFICAR LA ESPERANZA , la esperanza
de un pueblo que no espera de rodillas sino que se levanta, camina y construye
con paciencia el mundo que merece.
Nuestra estrategia: la
construcción de organismos legítimos y democráticos que cuestionen en la
práctica cotidiana las relaciones de poder imperantes.
Nuestra práctica: una
praxis cotidiana ligada a quienes padecen en los barrios, en los hospitales y
en las calles, que nos guía en la construcción de una Psicología que pueda
trabajar con las problemáticas reales de
los sujetos reales y no sólo de una minoría que pueda y necesite pagar por
una sesión de análisis.
Nuestra teoría: siempre en construcción. Creemos que la teoría debe emanar
de la reflexión constante y consciente acerca de la práctica ligada al pueblo,
es por ello que desde esa perspectiva, retomamos la Psicología Social
Rioplatense de los 60’
y la Psicología
de la Liberación
por ser ellos los últimos, antes que nosotros, que han intentado este desafío,
y los tomamos no como dogmas a repetir sino como herramientas a atravesar y transformar
en nuestras prácticas cotidianas. Esta necesidad nos llevó en 2009 a construir una de
cátedra libre teórico práctica llamada “PSICOLOGÍA Y PODER POPULAR”.
Salud ¿Pública? en
Argentina: El fabuloso misterio de la Descentralización …
No vale la
pena comenzar a enumerar las enormes falencias que existen en los hospitales y
centros de atención en salud, seguramente sabrás de las miles de muertes
evitables que hay por falta de condiciones de atención y las miles de vidas arrasadas
por las políticas de mortificación social a través del vaciamiento y desfinanciación.
Para saber de qué estamos hablando basta con ir un día al hospital Borda y
dejarse afectar por estas tragedias que viven cientos de compañer@s
diariamente.
Pero no
debemos quedar helados y desmoralizados frente a esa realidad sino que es
necesario comprenderla para poder transformarla. Estas tragedias cotidianas
tienen su causa: violentas políticas
sociales y de salud, digitadas por organismos internacionales de crédito y aplicadas
obedientemente por los gobiernos de turno que tienden al ahorro del gasto
público mediante el abandono de las personas.
¿Y cuál es
esta receta perversa? LA DESCENTRALIZACIÓN
(ver Invertir en Salud, BM), es
decir, la delegación de gestiones públicas en órganos de menor jerarquía, lo
que, en países subdesarrollados y dependientes como nosotros, los latinoamericanos,
se traduce en que el financiamiento de los sistemas públicos de salud y
educación estén ahora a cargo de provincias y municipios absolutamente desfinanciados,
lo cual conlleva a que el gobierno nacional se ahorre muchísima plata para
luego ostentar los millones que hay de reservas mientras la población muere y
vive indignamente.
Salud Mental: de la lucha por el cambio de
discurso a la lucha por la transformación de la realidad…
En lo que
hace al área de la salud mental en Buenos Aires, creemos que es necesario un
debate fraterno y sincero acerca de por qué hasta ahora no hemos podido oponer
una resistencia eficaz a estas políticas.
Desde
nuestra experiencia en el Pan del Borda
vemos en los últimos años un enorme estancamiento de la lucha por los derechos
a la salud y salud mental. Por un lado fruto del individualismo y la
fragmentación reinantes, potenciadas por las burocracias sindicales que aíslan
a los trabajadores de la población y entre sí, y reducen el reclamo por la
salud al reclamo por el salario. Al mismo tiempo, encontramos que amplios
sectores comprometidos y bienintencionados han encauzado la lucha por la salud,
a la lucha por la ley. Así, la resistencia, se encuentra entrampada en la
confianza en la vía institucional por la sanción de leyes como la 448, por
ejemplo.
El debate
acerca de si la Ley 448, con su
discurso ambiguo y confuso, es o no, la traducción en lenguaje progresista de
las medidas de mercantilización de la
salud por medio de la incorporación de actores privados en la salud pública, no
es ahora lo que nos interesa ahondar. Quizás habrá más lugar en otro número y
el lector puede contactarnos para acceder a nuestra investigación, no obstante,
creemos necesario tener en cuenta que hay cientos de compañer@s que han volcado
sus energías a luchar por la sanción de esa ley, lucha que se “ganó”, pero lastimosamente,
ya no sólo no frenó sino que sirvió de sustento a quienes tienen el poder para
vaciar y hasta intentar en nombre de la desmanicomialización,
cerrar hospitales como el Borda y el Moyano en 2009.
Es preciso
que podamos sacar provechosos aprendizajes de esto… ¿Dónde ponemos nuestra lucha
compañer@s? ¿En la sanción de una ley que ellos usan para implementar SUS políticas,
o en la construcción y organización concreta de todos los sectores para la
defensa de la salud pública? El debate de fondo es este. ¿Es
la ley la que garantiza el derecho? ¿O es más bien la existencia de hombres y
mujeres organizados y dispuestos a reclamarlos?
Y en este
sentido invitamos a seguir el ejemplo de las más de 200 familias de Buenos
Aires que vienen organizándose defendiendo su derecho a no ser arrojados a la
calle hace más de un año al punto que a Macri se le viene complicando bastante
desalojar en la ciudad.
¡No al desalojo, sí a la
vivienda! ♪♫ Es el poder popular, que desde abajo viene creciendo ♪♫…
La
realidad social tiene que traspasar las murallas de la facultad, la universidad
tiene que salir al pueblo y el pueblo con sus preocupaciones y problemáticas
entrar en la universidad si es que no queremos que ella sea un nido inútil de
intelectuales funcionales.
Es nuestra
responsabilidad como sujetos históricos y
como estudiantes de la
Universidad publica poner nuestras herramientas y
nuestros cuerpos al servicio de la liberación y de la construcción de un nuevo
sujeto histórico, de un HOMBRE NUEVO, como decía el Che, que
sienta cada injusticia como propia y se disponga a accionar.
No podemos
quedar ajenos a la realidad del barrio que nos toca transitar, por eso, todos
los viernes nos juntamos con los vecinos del barrio en “HABLEMOS CON LA
BOCA LLENA ”. Hoy desde esta asamblea
convocamos a todos los estudiantes y organizaciones estudiantiles a solidarizarse
con las familias que en Buenos Aires que superaron la enfermedad del fatalismo
y se disponen a luchar por la dignidad merecida.
¡La solidaridad y la lucha
también (nos) curan!
Creemos
necesario el reclamo contundente al Estado de un sistema de salud genuinamente público
y la denuncia del abandono de persona que este opera mediante el vaciamiento y desfinanciamiento,
sin embargo, creemos que la salud no se agota en el acceso a la atención sino
en condiciones de vida dignas donde se recupere la condición humana de ser
social y los lazos de solidaridad, revirtiendo la violenta situación de mercantilización
de la vida en la que estamos implicados. Por eso nos solidarizamos con las
familias por el derecho a la vivienda y con todos quienes tomen las riendas de
su vida y de la historia para hacer de este un mundo saludable.
Esta es la
salud que queremos construir: rechazamos el discurso de la neutralidad que
genera intelectuales indolentes y cómplices y reivindicamos la necesidad de un
posicionamiento ético y político comprometido con la transformación social.
¡Manos a
la obra! Hasta la victoria siempre.
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