jueves, 3 de febrero de 2011

Nuestra capacidad de transformar también cura


"Oh, sí, nos enseñaste que la pena enferma,
que nuestra locura nace de las penas
como vuestra salud nacerá de la
victoria de la vida"
Vicente Zito Lema 

Como trabajadores de la salud en formación, desde EL BROTE creemos en la necesidad de dar el debate en la Facultad de Psicología sobre el actual ataque a la salud en dos sentidos: tanto en lo que hace al actual vaciamiento del sistema de salud como a la cada vez más acuciante situación social de pobreza y explotación que vivimos.

Pensamiento en actos…  
Nuestra intención no es dar cátedra de algo ajeno sino compartir lo que diariamente hacemos. Por eso, esta nota será un intento de compartir las experiencias en un Centro de Estudiantes organizados que se ponen a trabajar por una ciencia y un proyecto de vida implicado en la transformación social, generando espacios de reflexión-acción democráticos tanto en la facultad como fuera de ella.
Por esto, al advenimiento de EL BROTE como agrupación de estudiantes independientes en 2002 le siguió la construcción de “HABLEMOS CON LA BOCA LLENA”, una olla popular y asamblea en el hall de la facultad todos los viernes donde estudiantes y vecinos nos organizamos para reclamar lo que es nuestro, lo que por derecho nos corresponde, y en el 2003, le siguió la creación del PAN DEL BORDA, un dispositivo de rehabilitación mediante el trabajo que es hoy el único espacio en el cual estudiantes se constituyen como actores/trabajadores en el sistema de salud.




¿Es posible la salud sin vivienda, sin trabajo, sin educación y sin condiciones dignas de vida? 
Evitando todo tipo de reduccionismos, partimos de la concepción de la salud como SALUD INTEGRAL y no meramente como ausencia de enfermedad. No separamos el concepto de “salud” física y mental ya que creemos que son las condiciones materiales de existencia las que condicionan y muchas veces generan el padecimiento psíquico.

¡Si nos transforman nuestra vida en mercancía los estudiantes seguiremos en rebeldía!
Estamos convencidos que lo inherente a la humanidad es su capacidad transformadora sobre el mundo. Entonces, en este, un sistema opresor, no hay acto más saludable que la asunción de nuestra capacidad de lucha y transformación de las condiciones que marginan y oprimen. Como dice Martín Baró, la opresión también enferma. Y con él decimos: nuestra capacidad de transformar el mundo también cura.   

Psicología y Poder popular: una estrategia, una práctica y una teoría para la transformación social.

Nuestro proyecto retoma un desafío básico que comienza a plantear la psicología latinoamericana en los 60: el desafío de construir una estrategia, una práctica y una teoría que haga viable el proyecto de sociedad que queremos. A esto Pichón Riviere le llamó PLANIFICAR LA ESPERANZA, la esperanza de un pueblo que no espera de rodillas sino que se levanta, camina y construye con paciencia el mundo que merece.

Nuestra estrategia: la construcción de organismos legítimos y democráticos que cuestionen en la práctica cotidiana las relaciones de poder imperantes.
Nuestra práctica: una praxis cotidiana ligada a quienes padecen en los barrios, en los hospitales y en las calles, que nos guía en la construcción de una Psicología que pueda trabajar con las problemáticas reales de los sujetos reales y no sólo de una minoría que pueda y necesite pagar por una sesión de análisis.
Nuestra teoría: siempre en construcción. Creemos que la teoría debe emanar de la reflexión constante y consciente acerca de la práctica ligada al pueblo, es por ello que desde esa perspectiva, retomamos la Psicología Social Rioplatense de los 60’ y la Psicología de la Liberación por ser ellos los últimos, antes que nosotros, que han intentado este desafío, y los tomamos no como dogmas a repetir sino como herramientas a atravesar y transformar en nuestras prácticas cotidianas. Esta necesidad nos llevó en 2009 a construir una de cátedra libre teórico práctica llamada “PSICOLOGÍA Y PODER POPULAR”.
  
Salud ¿Pública? en Argentina: El fabuloso misterio de la Descentralización

No vale la pena comenzar a enumerar las enormes falencias que existen en los hospitales y centros de atención en salud, seguramente sabrás de las miles de muertes evitables que hay por falta de condiciones de atención y las miles de vidas arrasadas por las políticas de mortificación social a través del vaciamiento y desfinanciación. Para saber de qué estamos hablando basta con ir un día al hospital Borda y dejarse afectar por estas tragedias que viven cientos de compañer@s diariamente.
Pero no debemos quedar helados y desmoralizados frente a esa realidad sino que es necesario comprenderla para poder transformarla. Estas tragedias cotidianas tienen su causa: violentas políticas sociales y de salud, digitadas por organismos internacionales de crédito y aplicadas obedientemente por los gobiernos de turno que tienden al ahorro del gasto público mediante el abandono de las personas.

¿Y cuál es esta receta perversa? LA DESCENTRALIZACIÓN

(ver Invertir en Salud, BM), es decir, la delegación de gestiones públicas en órganos de menor jerarquía, lo que, en países subdesarrollados y dependientes como nosotros, los latinoamericanos, se traduce en que el financiamiento de los sistemas públicos de salud y educación estén ahora a cargo de provincias y municipios absolutamente desfinanciados, lo cual conlleva a que el gobierno nacional se ahorre muchísima plata para luego ostentar los millones que hay de reservas mientras la población muere y vive indignamente.

Salud Mental: de la lucha por el cambio de discurso a la lucha por la transformación de la realidad…

En lo que hace al área de la salud mental en Buenos Aires, creemos que es necesario un debate fraterno y sincero acerca de por qué hasta ahora no hemos podido oponer una resistencia eficaz a estas políticas.  

Desde nuestra experiencia en el Pan del Borda vemos en los últimos años un enorme estancamiento de la lucha por los derechos a la salud y salud mental. Por un lado fruto del individualismo y la fragmentación reinantes, potenciadas por las burocracias sindicales que aíslan a los trabajadores de la población y entre sí, y reducen el reclamo por la salud al reclamo por el salario. Al mismo tiempo, encontramos que amplios sectores comprometidos y bienintencionados han encauzado la lucha por la salud, a la lucha por la ley. Así, la resistencia, se encuentra entrampada en la confianza en la vía institucional por la sanción de leyes como la 448, por ejemplo.

El debate acerca de si la Ley 448, con su discurso ambiguo y confuso, es o no, la traducción en lenguaje progresista de las medidas de  mercantilización de la salud por medio de la incorporación de actores privados en la salud pública, no es ahora lo que nos interesa ahondar. Quizás habrá más lugar en otro número y el lector puede contactarnos para acceder a nuestra investigación, no obstante, creemos necesario tener en cuenta que hay cientos de compañer@s que han volcado sus energías a luchar por la sanción de esa ley, lucha que se “ganó”, pero lastimosamente, ya no sólo no frenó sino que sirvió de sustento a quienes tienen el poder para vaciar y hasta intentar en nombre de la desmanicomialización, cerrar hospitales como el Borda y el Moyano en 2009.

Es preciso que podamos sacar provechosos aprendizajes de esto… ¿Dónde ponemos nuestra lucha compañer@s? ¿En la sanción de una ley que ellos usan para implementar SUS políticas, o en la construcción y organización concreta de todos los sectores para la defensa de la salud pública? El debate de fondo es este. ¿Es la ley la que garantiza el derecho? ¿O es más bien la existencia de hombres y mujeres organizados y dispuestos a reclamarlos?

Y en este sentido invitamos a seguir el ejemplo de las más de 200 familias de Buenos Aires que vienen organizándose defendiendo su derecho a no ser arrojados a la calle hace más de un año al punto que a Macri se le viene complicando bastante desalojar en la ciudad.


¡No al desalojo, sí a la vivienda! ♪♫ Es el poder popular, que desde abajo viene creciendo ♪♫…

La realidad social tiene que traspasar las murallas de la facultad, la universidad tiene que salir al pueblo y el pueblo con sus preocupaciones y problemáticas entrar en la universidad si es que no queremos que ella sea un nido inútil de intelectuales funcionales.

Es nuestra responsabilidad como sujetos históricos y como estudiantes de la Universidad publica poner nuestras herramientas y nuestros cuerpos al servicio de la liberación y de la construcción de un nuevo sujeto histórico, de un HOMBRE NUEVO, como decía el Che, que sienta cada injusticia como propia y se disponga a accionar.

No podemos quedar ajenos a la realidad del barrio que nos toca transitar, por eso, todos los viernes nos juntamos con los vecinos del barrio en “HABLEMOS CON LA BOCA LLENA”. Hoy desde esta asamblea convocamos a todos los estudiantes y organizaciones estudiantiles a solidarizarse con las familias que en Buenos Aires que superaron la enfermedad del fatalismo y se disponen a luchar por la dignidad merecida. 

¡La solidaridad y la lucha también (nos) curan!

Creemos necesario el reclamo contundente al Estado de un sistema de salud genuinamente público y la denuncia del abandono de persona que este opera mediante el vaciamiento y desfinanciamiento, sin embargo, creemos que la salud no se agota en el acceso a la atención sino en condiciones de vida dignas donde se recupere la condición humana de ser social y los lazos de solidaridad, revirtiendo la violenta situación de mercantilización de la vida en la que estamos implicados. Por eso nos solidarizamos con las familias por el derecho a la vivienda y con todos quienes tomen las riendas de su vida y de la historia para hacer de este un mundo saludable.

Esta es la salud que queremos construir: rechazamos el discurso de la neutralidad que genera intelectuales indolentes y cómplices y reivindicamos la necesidad de un posicionamiento ético y político comprometido con la transformación social.

¡Manos a la obra! Hasta la victoria siempre. 

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